abril 10, 2006

Terminó el asedio o la tormenta se acabó.

Luego de confrontarme con una pared de realidad, aceptación de destino prefijado y errores desde el nacimiento incluidas, me puse a pensar en todos estos asuntos ocurridos recientemente. De tantas cosas que ocurrían, debo decir que no todas eran malas, tenía la fuerte sensación de “estar bajo ataque”. Las circunstancias se movían como en una montaña rusa, mi actitud y temple fue puesto a prueba, se sentía como un asedio a un castillo. Algunas cosas ya las he comentado en anteriores posts. Por empezar, mi vieja tuvo una descompensación con lo cual, la llevaron a la clínica a ver que tenia. Por suerte, parece que solo fue un atracón. Pero el sábado siguiente, cae mi amiga internada, con algo que parece ser stress, rezando por que no sea algo neurológico. Cuando voy a verla, Leticia me manda un mensaje con que tiene a la suegra internada. Días mas tarde, un amigo me dice que la abuela de el también anda muy mal de salud. Y en estos días están operando a otro amigo de la pierna. Entremedio de esto, mis pesadillas de hospitales, enfermedades, monstruos y otros eventos de esta dimensión desconocida se sumaron a un alocado andar por la vida, debido a tantas ocupaciones. Cuando vas a parar? Fue una pregunta muy repetida por algunos a mi persona. Quizás lo haga, cuando este muerto. La conjunción de estos eventos similares, por no citar los que no están interrelacionados, producen este post que mas parece una descarga luego de la tormenta. En este jueves, después de ver V de Vendetta, algo que también postee aquí, tuve una epifanía de mi destino. Y el sábado, luego de una charla con dos buenos amigos, tuve una sensación de triunfo y de fin de las hostilidades. Como si luego de esa charla, ya hubiera terminado el “estar bajo ataque”. Espero no escupir al cielo diciendo esto. Pero lo que si me ayudo esa charla es ver algo en el futuro. No una ruta ya trazada que no esta sujeta a cambios, ver algo mas de lo ya estipulado. Algo que me estaba faltando en los últimos días, y que el “estar bajo ataque” no me ayudaba a ver más allá del día de mañana.
Han entrado en la dimensión desconocida de Ichinén...